jueves, 17 de septiembre de 2015

Redaccion de cuento

EL ÁGUILA

Había una vez un águila joven que decidió emprender su vuelo para  poder demostrar su potencial y a su vez llegar a la cima, ese día fue  difícil para el  águila porque empezó una gran tormenta, la brisa soplaba fuerte muy fuerte, en eso  choca con un gran árbol y cae  a tierra, quedando inconsciente.

Al pasar las horas despertó,  se dio cuenta de que estaba en un socavón, estaba   herida, su ala estaba muy lastimada  y por más que intentaba salir no podía. Gritaba, pedía auxilio; pero nadie escuchaba, llegó la noche, se dispuso a dormir hasta el otro día. 
Al salir el alba, escucho un canto de un ave que la despertó, el águila  grito: ¡auxilio, ayúdenme por favor! En eso se acercó el ave y miró al águila herida y como pudo, logró sacarla de ese lugar tan profundo donde había caído, vendo todas sus heridas, pero, aquella ave le dice que va a pasar mucho tiempo para poder volar, ella entristecida lloró amargamente porque pensaba  ¿qué dirán de mí?, no logre mi propósito al alzar mi vuelo, el ave le dice ¡no llores, tú no estás sola, yo estoy aquí contigo! Al pasar los días, meses y años el águila olvido por completo ese vuelo que tanto anhelaba,  se hizo muy amiga del ave, no lo quería dejar solo, compartieron muchas cosas en común; pero un día recordó  que tenía que volver a casa, pero no podía porque se sentía comprometida con el ave, por todo lo que había hecho por ella, se quedó un tiempo más; pero aun así, anhelando salir algún día, se decía entre si mirando el cielo azul ¿Cómo hago ahora para salir de aquí? ¿Cómo le digo que me quiero ir?  El ave  la observaba y bajaba su mirada, él, ya sabía cuál era su propósito, aprendió a conocerla  a través del tiempo.
 Un día el águila tomo el impulso y se dispuso a irse, así que se despidió del ave, agradeció por todo lo que había hecho por ella, él solamente la dejo ir. Tomó fuerzas sobre sus alas y voló muy alto, se sentía feliz porque había emprendido su vuelo hacia la cima que ella deseaba y esperaba ver con ansias, cuando llega aquella cima se da cuenta de que no es lo que realmente esperaba y dijo ¿que hice?, Tanto anhelar estar aquí, para darme cuenta que me equivoque, este no es el lugar donde debo estar.



Moraleja: a veces nos aferramos a algo que no es para nosotros y miramos más allá de lo que queremos lograr, pero no es allá el lugar, es ahí  donde estamos en ese momento, nuestras metas y logros se dan en su debido tiempo, debemos dejar de mirar tanto una puerta que se cerró hace mucho tiempo y mirar la que tenemos al frente. Deja de pensar y actúa con inteligencia vive el momento preciso que Dios tiene para ti, deja de buscar, que todo llega a su debido momento a pesar de las dificultades que se puedan presentar, por más que duelan;  siempre vamos a obtener una experiencia para mejorar nuestras vidas, son esas las que nos hacen fuerte. Nunca te devuelvas a buscar algo que no se dio, que no es para ti; porque Dios tiene mejores propósitos para tu vida, así, que si vas a hacer un águila, no te apresures en alzar tu vuelo; porque todo tiene su tiempo.
autora:  Licda. Yusmary paez

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