EL
ÁGUILA
Había una vez
un águila joven que decidió emprender su vuelo para poder demostrar su potencial y a su vez llegar
a la cima, ese día fue difícil para
el águila porque empezó una gran
tormenta, la brisa soplaba fuerte muy fuerte, en eso choca con un gran árbol y cae a tierra, quedando inconsciente.
Al pasar las horas
despertó, se dio cuenta de que estaba en
un socavón, estaba herida, su ala
estaba muy lastimada y por más que
intentaba salir no podía. Gritaba, pedía auxilio; pero nadie escuchaba, llegó
la noche, se dispuso a dormir hasta el otro día.
Un día el águila tomo el impulso y se dispuso
a irse, así que se despidió del ave, agradeció por todo lo que había hecho por
ella, él solamente la dejo ir. Tomó fuerzas sobre sus alas y voló muy alto, se
sentía feliz porque había emprendido su vuelo hacia la cima que ella deseaba y
esperaba ver con ansias, cuando llega aquella cima se da cuenta de que no es lo
que realmente esperaba y dijo ¿que
hice?, Tanto
anhelar estar aquí, para darme cuenta que me equivoque, este no es el lugar
donde debo estar.
Moraleja: a veces nos aferramos
a algo que no es para nosotros y miramos más allá de lo que queremos lograr,
pero no es allá el lugar, es ahí donde
estamos en ese momento, nuestras metas y logros se dan en su debido tiempo,
debemos dejar de mirar tanto una puerta que se cerró hace mucho tiempo y mirar
la que tenemos al frente. Deja de pensar y actúa con inteligencia vive el
momento preciso que Dios tiene para ti, deja de buscar, que todo llega a su
debido momento a pesar de las dificultades que se puedan presentar, por más que
duelan; siempre vamos a obtener una
experiencia para mejorar nuestras vidas, son esas las que nos hacen fuerte.
Nunca te devuelvas a buscar algo que no se dio, que no es para ti; porque Dios
tiene mejores propósitos para tu vida, así, que si vas a hacer un águila, no te
apresures en alzar tu vuelo; porque todo tiene su tiempo.
autora: Licda. Yusmary paez
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